La definición de la Copa de la Liga y el inicio de los certámenes internacionales provoca el aluvión de partidos; el desafío de competir en el más alto nivel entre viajes, logística y altura

28 de marzo de 202411:46

Miguel Borja y Edinson Cavani, sinónimos de gol para River y Boca en la agitada doble aventura que desandarán los millonarios y los xeneizes

El calendario no ofrece respiro. La euforia por jugar las copas internacionales y el torneo local se convierte, de repente, en un desafío que supera el reto deportivo, la competencia pura. Una agenda comprimida, con partidos cada tres y cuatro días, y viajes que resultan una verdadera amenaza para quienes diseñan la logística, el camino que emprenden desde anoche, con el partido entre Lanús y Unión, once de los 28 clubes que le dan forma a la Liga Profesional. Casi el 40% de los equipos despuntarán la doble competencia entre la definición de la etapa regular de la Copa de la Liga y el comienzo de los partidos correspondiente a los grupos de la Copa Libertadores y la Copa Sudamericana. La hoja de ruta de River y de Boca señaló dificultades para los dos gigantes del fútbol nacional en el arranque de la aventura: la organización para desandar el camino y el método para no ser rehenes de los síntomas que genera la altitud sobre el nivel del mar, los principales escollos.

El fútbol y la política en múltiples oportunidades viajaron a la par y en el estreno de River en la Copa Libertadores, frente a Deportivo Táchira, de Venezuela, por el Grupo H, se vuelven a mezclar. La orden del gobierno de Nicolás Maduro de prohibir que los aviones con matrícula argentina sobrevuelen el espacio aéreo venezolano, decisión que se ancló en lo sucedido con la aeronave de Emtrasur que estuvo detenida en junio de 2022 en Buenos Aires por problemas con la declaración de su tripulación –de origen iraní- y luego fuera decomisada por los Estados Unidos, es el eje del conflicto que descolocó a los millonarios para diagramar el viaje. La primera opción que se analizó fue ensayar el periplo con destino Cúcuta (Colombia), en una aeronave nacional, y luego continuar el camino vía terrestre desde la ciudad colombiana hasta San Cristóbal, escenario del encuentro, el martes 2 de abril.

Sin embargo, los dirigentes pretenden mayores comodidades para el plantel –este sábado jugará con Huracán, en Parque de los Patricios, por la 12ma fecha de la Copa de la Liga- y optaron por alquilar un vuelo chárter, de bandera uruguaya o brasilera, que trasladará a la delegación desde el aeropuerto de Ezeiza hasta el de Santo Domingo, distante a 37 kilómetros de la ciudad. El equipo que dirige Martín Demichelis jugará seis encuentros en 27 días, aunque de clasificarse para los cuartos de final del torneo local sumará un partido, ya que la fecha de disputa de esa instancia está estipulada para el 21 de abril: siete días antes visitará a Instituto –cierre de la etapa regular de la Copa de la Liga- y tres más tarde a Libertad, de Paraguay, por la 3ª fecha de la Copa Libertadores.